Isaac del Toro: un triunfo personal, no institucional

Comparte el deporte

Por Samuel Estrada

Isaac del Toro: un triunfo personal, no institucional | El ciclismo mexicano vive un momento histórico gracias a Isaac del Toro, un joven de 21 años originario de Ensenada, Baja California, quien ha roto una barrera simbólica al vestir la ‘Maglia Rosa’, distintivo del líder general en el Giro de Italia, una de las tres grandes vueltas del ciclismo mundial.

En la novena etapa de esta competencia, tras recorrer 181 kilómetros entre Gubbio y Siena, Del Toro cruzó la meta en segundo lugar, lo que fue suficiente para colocarse en la cima de la clasificación general con un tiempo acumulado de 33 horas, 36 minutos y 45 segundos, superando a figuras internacionales como Juan Ayuso y Richard Carapaz. La hazaña cobra aún más valor si se considera que la jornada incluyó tramos de ‘sterrato’, caminos de tierra típicos de la Toscana que exigen tanto técnica como temple.

Pero mientras los titulares celebran, surge una pregunta inevitable: ¿es este triunfo un reflejo del trabajo estructurado del deporte mexicano o una victoria aislada, fruto del esfuerzo individual y del talento que ha sabido abrirse paso en el extranjero?

La realidad es incómoda. Isaac del Toro no es producto de un sistema robusto de desarrollo deportivo nacional. Es, como muchos otros atletas mexicanos de alto rendimiento, resultado de su tenacidad, del apoyo familiar y, sobre todo, de oportunidades encontradas fuera del país. Su carrera profesional despegó en Europa, donde encontró infraestructura, competencia de élite y seguimiento técnico de primer nivel: factores que siguen siendo escasos o inestables en México.

Lo que deben hacer las instituciones deportivas mexicanas

Este momento debería ser una llamada de atención para las instituciones que rigen el deporte en el país. La Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), el Comité Olímpico Mexicano y, sobre todo, la Federación Mexicana de Ciclismo hoy en crisis, tienen la obligación de convertir estos destellos de éxito en una política sistemática de apoyo al talento.

Para ello se requiere:

  • Infraestructura regional de desarrollo: Velódromos funcionales, rutas seguras para entrenamientos de ruta, centros de alto rendimiento especializados y personal capacitado en todas las regiones del país.
  • Detección de talento temprano: Programas serios y sostenidos para identificar y formar ciclistas desde la adolescencia, con entrenadores certificados y proyección internacional.
  • Transparencia y profesionalismo en la federación: Urge una reestructuración de la Federación Mexicana de Ciclismo, que ha sido señalada en múltiples ocasiones por desorganización y falta de claridad en su gestión. El ciclismo necesita una federación que trabaje para los atletas, no que compita con ellos.
  • Apoyos económicos y patrocinios bien gestionados: Un ciclista de élite requiere equipo, nutrición, fisioterapia, viajes internacionales y staff técnico. El Estado y la iniciativa privada deben establecer esquemas de inversión sostenida y con rendición de cuentas.
  • Vinculación con equipos internacionales: Establecer convenios con escuadras europeas y academias extranjeras podría permitir que más ciclistas mexicanos accedan al nivel competitivo necesario para destacar.

El logro de Isaac del Toro no debería celebrarse únicamente como un hecho histórico, sino como un punto de inflexión. Si las instituciones mexicanas no toman nota y no actúan, seguiremos dependiendo de talentos que se desarrollen a pesar del sistema, no gracias a él.

Hoy, Del Toro es líder del Giro. Mañana, ¿quién lo seguirá?

Isaac del Toro: un triunfo personal, no institucional

todomenosfutbol.com

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *