León XIV y el tenis: una pasión poco conocida del nuevo Papa | Entre los pasillos solemnes del Vaticano y las decisiones trascendentales de la Iglesia, pocos imaginarían que León XIV, el nuevo Papa guarda una pasión por el tenis.
En una reciente entrevista concedida a la Agustinian Order Review, el Papa sorprendió con una confesión sencilla pero reveladora: “Me considero un tenista aficionado. Desde que salí de Perú, he tenido pocas oportunidades para practicar, así que estoy deseando volver a la cancha.”
El comentario, dicho con humor y nostalgia, ofrece una mirada más cercana y humana del líder de la Iglesia. Nacido en Chicago pero con 40 años de residencia en Perú, León XIV forjó su amor por el tenis en sus años de juventud. Aunque su camino espiritual lo llevó lejos de las canchas, el recuerdo de las raquetas y las pelotas de arcilla permanece vivo.
Lejos de ser una simple anécdota, esta faceta deportiva del Papa encierra también una reflexión: la importancia del equilibrio entre el deber espiritual y las aficiones personales. “El tenis me enseñó a ser paciente, a pensar antes de actuar y a aceptar la derrota con humildad”, expresó en otro momento de la conversación.
No es la primera vez que un Pontífice ha mostrado interés por un deporte, pero en este caso, se trata de una actividad que encarna valores profundamente compatibles con la filosofía agustiniana: disciplina, introspección y comunidad.
El Vaticano no ha confirmado si León XIV retomará su afición durante su pontificado, pero sus palabras ya han generado simpatía entre fieles y deportistas.

León XIV y el tenis: una pasión poco conocida del nuevo Papa
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