• Como medio de transporte, recreación o deporte.

Ser ciclista en México es un Riesgo Latente | México, como algunos países latinoamericanos enfrenta una crisis de seguridad vial que afecta a los ciclistas en todo el país. La falta de infraestructura adecuada, la negligencia de automovilistas y la ausencia de una cultura vial sólida, han convertido las calles en un espacio de alto riesgo para quienes usan la bicicleta como medio de transporte, recreación o deporte.

Según el proyecto “Ni Una Muerte Vial”, en 2022 se registraron 284 fallecimientos de ciclistas en siniestros viales. Sin embargo, los colectivos ciclistas advierten que la cifra real podría ser mayor, ya que muchas víctimas quedan fuera de los registros oficiales.

De acuerdo a registros de acuerdo a una nota publicada en nmas.com.mx en enero de 2024, tan solo en la Ciudad de México entre 2019 y 2023 se registraron Mil 689 ciclistas fallecidos en accidentes viales.

De acuerdo a ciclistas consultados por Todo Menos Fútbol, uno de los principales problemas es la carencia de infraestructura segura. En la capital del país, por ejemplo, hay cerca de 10,000 kilómetros de calles, pero solo 170 kilómetros están adaptados con ciclovías, lo que representa menos del 2% del total.

La situación se agrava en ciudades como Monterrey, Guadalajara y Toluca donde la expansión urbana prioriza el uso del automóvil y deja a ciclistas y peatones en segundo plano.

“Nos obligan a competir con coches, camiones y motocicletas. Es jugarse la vida todos los días”, denuncia Andrea 
López, ciclista urbana.

Cultura vial: un reto pendiente

Más allá de la infraestructura, la falta de educación vial es otro factor clave. Un estudio reciente reveló que seis de cada diez automovilistas y cuatro de cada diez ciclistas desconocen la normativa de circulación. En México, las cifras son inciertas, pero los comportamientos en las calles evidencian el desconocimiento de las normas básicas de convivencia vial.

Se vuelve un “Entre Dimes y Diretes Vial.

Desde no respetar la distancia mínima de 1.5 metros al rebasar a un ciclista, hasta el uso incorrecto de las ciclovías por parte de los llamados también “cochistas”, motociclistas y peatones, la convivencia en las calles sigue siendo caótica.

“No hay cultura de respeto. Muchos conductores creen que la calle es solo para ellos”, explica Jorge Gutiérrez, 
quien ocupa la bici para trasladarse al trabajo.

Si bien han existido esfuerzos para reducir los siniestros viales, como auditorías a la infraestructura y campañas de concientización, los resultados aún no son suficientes.

El gobierno federal ha impulsado estrategias de movilidad sustentable, pero las asociaciones ciclistas critican la falta de seguimiento y de inversión real.

“Las campañas duran un mes, pero el problema es de todos los días”, apuntó Natalia Ríos, vocera de la Red Nacional de Ciclismo Urbano.

Las bicicletas blancas son más comunes en las ciudades de México, que significan que un ciclista fue atropellado y falleció en alguna calle o vía.

La crisis de seguridad para los ciclistas en México es un problema multifactorial que requiere atención urgente. No basta con construir ciclovías aisladas o hacer campañas temporales; es necesario un cambio estructural que incluya infraestructura adecuada, educación vial y leyes que protejan realmente a los usuarios más vulnerables de la vía.

Mientras esto no ocurra, seguirán las muertes en las calles, y la bicicleta, en lugar de ser una alternativa de movilidad segura, seguirá siendo vista como un riesgo de vida.

Para ilustrar la gravedad de la situación, compartimos un reportaje que aborda el aumento de accidentes y muertes de ciclistas en la Ciudad de México:

Ser ciclista en México es un Riesgo Latente

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