21 horas, el principio del final.
La clausura de los Juegos Olímpicos París arribó al Stade de France, amenazante. La llama olímpica tenía los minutos contados. Violines, percusiones al fondo. Los Jardines de Tullerías epicentro del fuego abrieron la noche aún de día en París.
Merci Francia, merci París.
Emanuel Macron, presidente de Francia y a su costado Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional; de fondo el himno nacional francés, momento solemne, silencio total, todos de pie. Elegancia la de Francia, se corrobora el dicho mexicano.
Desfilan banderas, México ahí está. La portan con orgullo Nuria Diosdado y Marco Verde, abanderados.
Detrás de ellos un ejército multicultural, representado por cientos de deportistas de todas las naciones que llenaron la pista cubierta de atletismo.
Justice y Tame Impala retumban en el estadio y la delegación mexicana con sombreros, máscaras de luchadores van a la par de otras naciones.
Tiempo.
Transcurrió, siempre acompañado de música, ¿qué seríamos sin música? Qué haríamos sin deportistas, sin deporte.
27 grados con sensación térmica de más de 80 mil almas pacientes, sonrientes, con piel de gallina. Erizados. Ladys and Gentlemans: The Athletes, se escucha en las bocinas.
Emotivo todo, como la primera premiación en la historia en la clausura de las maratonistas que horas antes vencieron los 42 kilómetros y 195 metros, entre ellas Sifan Hassan de países bajos que además conquistó dos bronces en los 5 mil y 10 mil metros.
Suspenso.
Grecia, el inicio de la historia olímpica, representado por el viajero dorado que baja desde lo alto del estadio en su camino a Los Ángeles, a lado de Niké, la diosa de la victoria.
Inesperado.
La invasión de atletas al escenario principal, algo que la producción no tenía presupuestado, así llegó la música con Phoenix con Lisztomania, luego se volvió una fiesta musical con otros músicos, mientras el desalojo de atletas continuaba.
Hecho que dio paso al acto protocolario encabezado por Thomas Bach, presidente del COI. “Los Juegos Olímpicos París 2024, los Juegos de la Nueva Era”.
Viva Francia, concluyó, acompañado por medallistas olímpicos como Eliud Kipchoge y Mijaín López representando a América.
La estafeta.
Llegó el momento de entregar los Juegos de 2028 a Los Angeles, claro al estilo estadounidense, cine puro hollywoodense. Tom Cruise apareció en Saint Denis, encargado de la bandera olímpica que recibió de Simone Biles.
Así se trasladó a Estados Unidos, una misión de película que se aderezó con música de los Red Hot Chili Pepers, Billi Elish, Snoop Dog y compañía desde las playas de LA.
De regreso en París hizo su aparición la flama olímpica, y la declaración de la finalización de los Juegos de Francia concluidos con un el soplido los deportistas representantes de cada continente.
00:00 horas, el final.
Nos vemos en Los Angeles 2028.
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