En parques, escuelas y unidades deportivas de todo el país, un nuevo protagonista empieza a acaparar miradas. No se trata de fútbol ni de béisbol: es el flag football, conocido también como tocho bandera, una disciplina que ha dejado de ser un pasatiempo recreativo para convertirse en una auténtica plataforma de desarrollo deportivo, proyección internacional e identidad juvenil. Y no es coincidencia: será deporte olímpico en Los Ángeles 2028.
En los últimos dos años, el crecimiento del flag football ha sido exponencial. Solo en México, federaciones estatales reportan una duplicación en la inscripción de equipos escolares y ligas comunitarias, mientras que figuras como Diana Flores, capitana de la selección nacional femenina, se han convertido en referentes de una nueva generación de atletas y fanáticos.
“Es un deporte que nos representa, que nos hace visibles y que nos ha dado orgullo”, dijo Flores luego de que México ganara el Campeonato Mundial de Flag Football 2022 venciendo en la final nada menos que a Estados Unidos, la cuna de este deporte. Aquel oro mundial no solo dio prestigio, también cimentó el camino rumbo a los Juegos Olímpicos.
A diferencia del fútbol americano tradicional, el flag football no requiere equipo pesado ni contacto físico agresivo. Basta con un cinturón de banderas para reemplazar las tacleadas, y una pelota para iniciar la acción. Este enfoque lo hace más accesible, menos costoso y más seguro, lo cual ha sido clave para su adopción en escuelas primarias, secundarias y universidades, donde gana terreno especialmente entre las niñas.
Además, es un deporte que permite equipos mixtos y fomenta la igualdad de condiciones. Por eso, ha sido adoptado como un símbolo de inclusión y modernidad, en sintonía con los valores que el olimpismo busca proyectar rumbo a 2028.
Otro actor crucial en su expansión ha sido la NFL, que ha invertido en promover el flag football en mercados internacionales como México, Brasil, Alemania y Japón. A través de iniciativas como NFL FLAG, clínicas, torneos escolares y exhibiciones, la liga profesional ha apostado por el desarrollo de talento y la fidelización de nuevas audiencias.
“La NFL está construyendo la base del futuro”, afirmó el comisionado Roger Goodell tras el anuncio de la inclusión olímpica. Y es que la lógica es clara: el flag football puede llevar la esencia del fútbol americano a una audiencia global, sin las barreras logísticas ni de seguridad del formato tradicional.
Rumbo a Los Ángeles 2028
El Comité Olímpico Internacional aprobó en 2023 la entrada del flag football como deporte oficial en Los Ángeles 2028. Desde entonces, las federaciones nacionales han redoblado esfuerzos para crear ligas juveniles, detectar talento y profesionalizar el alto rendimiento.
México llega con buenas credenciales: oro femenino, plata masculina y una base sólida de jugadoras y jugadores en ascenso. De mantenerse esta tendencia, el tocho bandera podría no solo llenar canchas, sino también llenar el medallero olímpico en un futuro no muy lejano.

Flag football: el deporte que apunta al oro olímpico
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