En 2014, el Instituto Mexiquense de Cultura Física y Deporte (IMCUFIDE), responsable de impulsar el desarrollo deportivo en el Estado de México, fue absorbido por la Secretaría de Cultura en un movimiento que buscaba integrar cultura y deporte en una misma estructura administrativa.
Esta decisión, tomada durante el gobierno de Eruviel Ávila, generó fuertes críticas de parte de atletas, entrenadores y sectores vinculados al deporte, quienes consideraron que la autonomía de la institución era esencial para garantizar el progreso deportivo.
Hoy, en 2025, el debate sobre la posible restitución de IMCUFIDE como un organismo independiente ha resurgido, y en ello trabaja la actual administración que encabeza Manuel Sotomayor, dentro del Gobierno mexiquense de Delfina Gómez.
El Instituto Mexiquense de Cultura Física y Deporte fue un referente en la promoción del deporte y la actividad física en el Estado de México desde su creación. Su labor incluía la administración de programas de alto rendimiento, el desarrollo del deporte social y comunitario, y la organización de eventos deportivos estatales y nacionales.
De hecho, en algún momento el deporte estatal se hizo llamar “Tierra de Campeones”.
En 2014, las autoridades estatales decidieron integrarlo a la Secretaría de Cultura, bajo el argumento de optimizar recursos y consolidar programas culturales y deportivos. A pesar de que esta decisión pretendía unificar esfuerzos, terminó por diluir las prioridades deportivas.
Desde su integración a la Secretaría de Cultura, el deporte mexiquense ha enfrentado múltiples retos:
1. Falta de autonomía: La desaparición de un organismo exclusivo para el deporte debilitó la capacidad de gestión y respuesta a las necesidades de atletas y entrenadores.
2. Presupuesto insuficiente: Los recursos destinados al deporte han sido limitados y, en muchos casos, han sido compartidos con proyectos culturales.
3. Estancamiento de resultados: Los deportistas mexiquenses han registrado una disminución en su desempeño en competencias nacionales e internacionales, lo que evidencia la falta de un sistema de apoyo sólido.
4. Descentralización de funciones: En años recientes, algunas responsabilidades relacionadas con el deporte fueron trasladadas incluso a la Secretaría de Turismo, lo que fragmentó aún más los esfuerzos de desarrollo deportivo.
En 2025, el posible regreso de IMCUFIDE como un organismo autónomo ha comenzado.
Promotores deportivos, entrenadores y exfuncionarios han señalado la necesidad de contar con una institución exclusiva que recupere los programas de alto rendimiento y fomente la actividad física en la población.
El regreso de IMCUFIDE podría representar una oportunidad para rediseñar las políticas deportivas en el Estado de México, pero también plantea dudas sobre su viabilidad y efectividad. Los próximos meses serán clave para definir si la institución vuelve a ser un pilar del deporte mexiquense o si su legado permanece como una historia inconclusa.
Mientras tanto, atletas y entrenadores esperan una respuesta clara de las autoridades, con la esperanza de que el deporte recupere el protagonismo que alguna vez tuvo en el Estado de México.
IMCUFIDE: de la desaparición a la restitución
Redacción | todomenosfutbol.com
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