Opinión: El boxeo mexicano y los cambios respecto al mundo: Todo cambió: Las comunicaciones, la manera de comer, y porque no iba cambiar también el boxeo. Los jóvenes de hoy, no desean ponerse los guantes para sobresalir del barrio, ¿por qué?, porque nacen con un techo, tienen vestido y calzado, comida segura, internet pagado. Ya no tienen que decidir entre estudiar o trabajar, ya no pasa eso, sus padres o abuelos trabajan para mantenerlos y darles estudios universitarios. Aunado que el gobierno federal, les apoya económicamente con una beca. Si se ponen los guantes, es sólo para jugar entre amigos, y pasar un rato agradable.
Hoy la ambición de los jóvenes tiene otra dirección, tienen que enfrentarse a un mundo lleno de distracciones, que a la larga no los deja pensar, su mente está ocupada en contestar mensajes, en dar me gusta, no me gusta, en subir fotos o videos.
Si deciden entrenar boxeo, unos minutos después del entrenamiento tienen ganas de vomitar, hasta amarillos se ponen, y él que llega aguantar la clase, no es constante ni disciplinado, ¿por qué?, porque se la pasan en las redes sociales, o en lo videos juegos hasta altas horas de la noche, y cuando deberían de estar entrenando o haciendo tarea, están dormidos.
El esfuerzo y el sacrificio es meramente recuerdo de las grandes leyendas del boxeo mexicano, los jóvenes no quieren compromisos, no desean una carrera ardua y de trabajo constante. Son hijos de la inmediatez, todo lo quieren rápido y sin esfuerzo.
Los gimnasios de boxeo, están en crisis, no hay jóvenes que quieran emular a las leyendas del boxeo mexicano. Este declive, se ve reflejado en las peleas actuales. ¿Cuántas veces no escuchas en el metro, en la combi, en la calle, o en tu casa, ya no hay box, antes si eran peleas?, y tu papá enojado expresa, cámbiale de canal, pelea, la de Lupe Pintor VS Wilfredo Gómez, se dieron hasta para llevar. Pero tú ni atención le pones a este comentario, porque traes los audífonos en las orejas, escuchando la nueva canción, que habla de sexo, robo, matar y triunfar.
El instinto de supervivencia, de ganar, de sobresalir, de sobreponerse es meramente un recuerdo de las generaciones pasadas, aquellas que tuvieron que rifarse a trompones para abrirse camino. No había de otra, te ponías abusado o te conectaban la derecha en tu cara y de paso te remataban con un gancho al hígado. Y no había de que límpiale, que stop, que paren la pelea, que es peligroso, que ya no puede. El camino era arduo, pedregoso, de subida, te disciplinabas o te disciplinabas.
Había respeto, había ley, había amor por lo que uno hacía. Sabías que tenías que esforzarte, y rompértela todos los días para lograrlo. No había berrinches de, -si no me compras estos tenis, o ese celular, me deprimo en mi cuarto y te dejo de hablar-. En los tiempos pasados te rifabas o te rifabas.
OPINIÓN: El boxeo mexicano y los cambios respecto al mundo.
Jesús González | Colaboración pagada todomenosfutbol.com
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