Deporte adaptado de la UNAM vela por sus atletas | Un tema que muchas veces resulta problemático, tanto para los atletas con discapacidad como para sus entrenadores, es la inseguridad que la invalidez puede generar en un atleta paralímpico.

Para Iván Rodríguez Luna, entrenador de la Federación Mexicana de Deportes en Sillas de Ruedas y Amputados, quien tiene 15 años de experiencia siendo auxiliar y entrenador de paratletismo, lo fundamental es inculcar el correcto desarrollo psicológico, personal, laboral y social de los deportistas con estas condiciones, pues considera que tener un equilibrio en todos esos aspectos se traduce en buenos resultados deportivos.

“He tratado de desarrollar en ellos que sean independientes. A veces la discapacidad los llega a retraer un poco, pero mi método es hacer que ellos se sientan a gusto con la prótesis necesaria de acuerdo a su discapacidad, que aprendan a vivir con ella y se sientan sueltos”.

“Cuando entré al deporte paralímpico hace 20 años, mi objetivo fue crear un método que trascendiera con buenos resultados. El sello ha sido buscar que los atletas desarrollen su personalidad, que sean buenos en todos los aspectos, laboralmente, socialmente, personalmente, anímicamente, que estén bien con su pareja, y con todo lo que les ayuda a ser mejores personas, para que se vea reflejado en el campo”.

Preparar a atletas con discapacidad implica enfrentarse a una serie de obstáculos e imprevistos, así lo describe el experimentado entrenador mexicano, quien además afirma que la improvisación es parte de su trabajo cotidiano, ya que debe desarrollar nuevas estrategias de manera creativa para resolver situaciones apremiantes que se le presentan día a día.

Rodríguez Luna asegura que el desgaste físico y psicológico que los entrenadores de atletas con discapacidad llegan a presentar, también es un hecho que debe considerarse importante para el adecuado desarrollo de ambos, y son aspectos que deben ser tratados profesionalmente.

“Uno como entrenador de atletas con discapacidad también tiene altas y bajas, es un trabajo muy complejo. Así como los atletas tienen a su nutriólogo, a su psicólogo y a su médico, nosotros como entrenadores también requerimos apoyo porque sentimos desgastes y nos cansamos anímicamente. Por esa razón también tengo mi psicólogo, llevo mi dieta y hago ejercicio”.

Asimismo, Iván Rodríguez consideró que la buena relación entre padres, atletas y entrenadores, es el motor del éxito deportivo en estos casos, así como también el vínculo de reciprocidad que existe entre los deportistas y sus preparadores, en donde predomina el agradecimiento mutuo. “Sin los atletas, los entrenadores no tendríamos razón de ser. Ellos son los que ponen en práctica nuestros conocimientos en la zona de competencia. Nosotros agradecemos y ellos agradecen”.

Deporte adaptado de la UNAM vela por sus atletas.

Redacción | todomenosfutbol.com